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Áreas de Desarrollo

AGROECOLOGÍA

Fiel al objetivo de incentivar por diferentes vías la reforestación a gran escala en la República Dominicana, Floresta focaliza sus acciones de intervención implementando los principios de la agroecología, con miras a acompañar a los pequeños agricultores en el manejo de sus parcelas, ambientalmente sostenibles y económicamente rentables.

Es primordial para Floresta que los agricultores dispongan de materiales vegetativos de alto valor genético, sean plántulas o semillas, priorizando la diversificación equilibrada de cultivos y la rentabilidad de las unidades de producción

Se destaca el trabajo en los programas de reforestación de importantes cuencas hidrográficas de la República Dominicana, la siembra de árboles y desarrollo de cultivos en las parcelas, el adiestramiento de agricultores en técnicas de agricultura sostenible, promoción de la preservación del ambiente y los recursos naturales en las escuelas y en las comunidades.

DESARROLLO ECONÓMICO

Los miembros de las comunidades rurales, organizados en grupos de ahorro son animados por Floresta a involucrarse no solo en el manejo de sus parcelas agroforestales, sino también a ser creativos en establecer microempresas, desarrollando las destrezas que poseen y aprovechando los recursos disponibles en sus comunidades.

A fin de cristalizar la misión de empoderar los grupos organizados en el establecimiento de microempresas y otras iniciativas que posibilitan el desarrollo comunitario, Floresta responde a las demandas de creación de nuevos grupos de ahorro en las comunidades.

RENOVACIÓN ESPIRITUAL

Floresta promueve los valores del Reino de Dios invirtiendo y canalizando recursos y energías para avivar los sentimientos de hermandad, la armonía y convivencia entre los comunitarios. Socios de primer orden en el logro de este objetivo son las congregaciones cristianas y los grupos comunitarios a los cuales Floresta acompaña.

Los grupos de reflexión y estudio de la Biblia son espacios que permiten a los comunitarios compartir el consejo de Dios y disfrutar construyendo la esperanza para enfrentar positivamente los inconvenientes presentes en la vida diaria. Es así que mediante estos grupos de reflexión las comunidades fortalecen su condición espiritual y crean el ambiente para la práctica de la solidaridad y el amor sacrificial que dan sentido a la vida. Esta es la voluntad del Señor Jesucristo, quien vino a esta tierra para servir a la humanidad, sin esperar ser servido.

Estas reuniones comunitarias inspiran y animan a los habitantes de las comunidades a compartir ideas y consejos para enfrentar los problemas familiares y combatir las prácticas que debilitan del tejido social, tales como la violencia social y familiar, abuso de sustancias que afectan el comportamiento de los jóvenes y juegos de azar