Comunidad de Caballero, Fantino
“Yo vivía con muchas precariedades económicas, tenía un pequeño terreno donde realizaba mis actividades agrícolas, pero solo producía para comer. Tenía un deseo muy grande de servir a mi comunidad y colaborar con los problemas sociales, pero no sabía cómo lograrlo, tenía muchos deseos de superación personal pero no contaba con los recursos ni la orientación adecuada. Cuando conocí a Floresta y comencé a recibir orientación en las áreas agrícola y espiritual, en las que la institución trabaja en esta comunidad, supe que era exactamente lo que yo necesitaba para empezar a hacer lo que yo quería en mi comunidad y con mi parcela.
“Mi vida ha cambiado del cielo a la tierra, he tenido éxito como pastor; yo vivía en un ranchito, ahora tengo una buena casa…tengo varias tareas de tierra sembradas. Mi parcela es un modelo, vienen de diferentes lugares a verla, mi esposa y mis hijos son profesionales, yo no tengo que pasar hambre y puedo ayudar a los necesitados. Mi fe ha crecido de manera sobrenatural, me siento tranquilo y no tengo miedo al futuro.
“Uno de los triunfos más grandes que he logrado es impulsar el crecimiento de la iglesia bajo mi cuidado. Vivía atormentado porque quería que la iglesia creciera, pero no sabía qué hacer para lograrlo; pero con el acompañamiento de Floresta aprendí sobre el rol de la iglesia en la sociedad y el trabajo social que debe realizar como parte de su compromiso y mandato dejado por Dios. Comencé a involucrarme y soy un promotor del evangelio en el grupo de ahorro, realizamos actividades de protección al medio ambiente en la comunidad y damos charlas de preservación del medio ambiente. Esto ayuda a los jóvenes a ser guardianes de la creación. Nos reunimos cada semana en los grupos de estudio de la Biblia (GEB), ese ha sido el motivo por el cual la iglesia ha crecido y doy muchas gracias a Dios y a Floresta por ayudarme.”
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